El temporal que este pasado fin de semana afectó a gran parte del país, con vientos que han alcanzado hasta 170 km/hora, se ha saldado con doce víctimas mortales, cuatro de ellas niños, que fallecieron en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) tras hundirse el techo del pabellón deportivo donde se refugiaban del viento. Además de estos cuatro menores, una mujer murió el viernes sepultada por un muro, en Barcelona. Otras dos personas murieron en Cataluña, en Palma de Cervelló y en Abrera, ambas aplastadas por árboles arrancados por los vientos huracanados. La noche del viernes también murió aplastado por un árbol un agente de la Guardia Civil en la localidad de Burela (Lugo) cuando se encontraba regulando el tráfico. También en la provincia de Lugo, en la localidad de Villaba, murió un hombre de 82 años calcinado en su domicilio a consecuencia de "un cortocircuito originado por el temporal". En Galicia se registró otra víctima mortal, uno de los seis tripulantes de nacionalidad portuguesa procedentes del mercante Braga, que tuvieron que ser rescatados por Salvamento Marítimo ante el tremendo oleaje que estuvo a punto de hundir la embarcación. Otras dos víctimas se registraron en Alicante y Burgos. En el término municipal alicantino de Aigües de Busot, un hombre de 51 años falleció el sábado tras caerle encima un muro, mientras que una mujer de 73 años perdió la vida al caerle encima una puerta en el municipio burgalés de Hontoria de Valdearados.
El presidente de la Xunta gallega, Emilio Pérez Touriño, ha anunciado que este lunes el Gobierno gallego empezará a preparar el decreto de urgencia para poner en marcha todas las ayudas para compensar y restablecer de manera complementaria el consorcio de compensación de seguros, respecto al impacto sobre infraestructuras públicas y daños a los edificios de las administraciones, industria, comercio y viviendas afectadas por el temporal que ha azotado Galicia y otras 14 Comunidades Autónomas durante el fin de semana.
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